La morena y la gamba
Morenas, las depredadoras de la noche
La morena presenta numerosas características que la hacen diferente del resto de peces óseos. Su cuerpo anguiliforme es alargado, con boca grande y ojos pequeños. No tiene aletas pero sí una cresta cutánea que empieza donde termina su cabeza. Su cuerpo presenta una musculatura fuerte y vértebras flexibles, lo que le permite una natación ondulante. Tampoco tiene escamas, sino una piel gruesa recubierta de mucus que es tóxica en algunas especies, para protegerla de agresiones, y que además facilita su hidrodinamismo.